Rodolfo Mederos ( Revista Pelo 1977)
"Enfrente de casa vivía un polaco que había venido de Misiones y tenía un fuelle. El tipo hacía cimientos y yo le ayudaba, y cada tanto agarraba el bandoneón y me ponía a tocar. (...) Tuve la suerte de que fuera un bandoneón el instrumento por el cual me incliné y no un piano, ya que la condición proletaria de mis padres les hubiera impedido comprarme uno. Mis viejos me vieron muy entusiasmado y me enviaron a estudiar."
Rodolfo Mederos. foto: Revista Pelo 1977 |
"Me fui a Córdoba y al tiempo enganché con algunas orquestas típicas. Con la guita que ganaba me las rebuscaba para estudiar: enesa época pensaba ser biólogo. El bandoneón era una cosa fenómena pero no me lo planteaba como vocación, hasta el día en que escuché por radio algo que me cambiaría el panorama. Yo no conocía a Piazzolla y la música me resultaba como chata. Yo tocaba en orquestas muy humildes, humildes musicalmente; orquestas que además de imitar lo de Buenos Aires, eran malas. Un día escuché por la radio "Lo que vendrá", y me mató. A partir de entonces, todo resultó distinto, como si alguien me hubiese hecho plac! y me hubiese dado vuelta todo. De ahí en mas todo fue diferente."
"Con mis escasos conocimientos trataba de descifrar las composiciones de Astor, un poco para investigar el secreto. Fijáte que era como trasladar la biología a la música. (...) Un día sentí el irrefrenable deseo de escribir. Para mi era terrible el hecho de sentarme con el lápiz y el papel y dibujar la música. Hasta ese tiempo yo había hecho arreglos, mejor dicho: modificaba dos o tres compases de algunos tangos, pero ni siquiera sustancialmente. Eso me llenaba de una profunda emoción: llamaba a un pianista amigo y pasábamos las tardes enteras tocando lo que había hecho yo.""En esa época había dos géneros que pisaban fuerte: el tango y el jazz. Los tipos de jazz se mostraban muy abiertos, se podía hablar muy bien con ellos porque escuchában música; en cambio los tangueros solo hablaban de minas y carreras de burros."
"Piazzolla tocaría en una radio; yo agarré la bicicleta y me dirigí hacia allá. cuando entré a la radio escuché una música que me gustaba mucho, pero estaba tan nervioso que no me daba cuenta de que era un tema mío. En el fonde del recinto vi a Piazzolla al lado del grabador; le estaban haciendo escuchar una cinta de uno de los programas míos. Piazzolla me felicitó y me dió la mano; me resultaba increíble verlo seguir el ritmo de mis composiciones con las manos; las movía como si estuviera amasando. Allí me formuló la invitación para venir a Buenos Aires; yo no pude aceptar su propuesta en esa oportunidad (estaba haciendo el servicio militar)."
"A los cinco años Piazzolla volvió a Córdoba y le pidió a la Dirección de Cultura que me localizara, porque quería tocar conmigo. Cuando me dieron esa noticia largué de nuevo la biología, que en ese momento había retomado, y reconstituí el grupo. Habíamos programado que nosotros tocaríamos tres temas, pero cuando nos estábamos despidiendo y saludando al público, Piazzolla desde el palco nos indicaba que siguiéramos tocando. Así fue que hicimos siete temas. Cuando terminó todo, Piazzolla en al calle, me dijo: dejá la biología para los biólogos; vos sos músico."
"Ante su pedido de establecerme en Buenos aires le hice caso. Había llevado 8000 pesos. y con eso aguanté un mes. Fui a tocar en cantinas y sucedieron mil cosas. Me echaron del hotel porque ya no podía pagar. Tenía que robar pan duro desde una terraza de hotel, ese que usan para rallar, porque no tenía para comer, y para colmo me robaron el bandoneón. Piazzolla me regaló el de él que es el que tengo actualmente."
"Cuando la situación mejoró, armé un conjunto integrado por Alchourrón (guitarra) Schneider (flauta) y Fernando Romano (bajo). (...) poco a poco me mezclé con los músicos de rock: Almendra, Litto Nebbia. Todos los grupos de rock que tenían que grabar me llamaban a mí, como si fuera el único bandoneonista de Buenos Aires."
"Yo estaba podrido. No me dejaba satisfecho pugliese en sí, ni Piazzolla en sí, ni el rock en sí; cada una de esas expresiones, por sí solas poseían carencias. Yo me sentía como el unificador de todas esas cosas. Actualmente siento que a través de todo esto llegué a una síntesis y que es Generación Cero."
Parecería que aquí aparece, nuevamente, el biólogo, el descubridor, el Pasteur de la música. Sin embargo es cierto que todo compositor tiene la imagen de un ideal de perfección, que es el que mejor explica el sonido de el instante físico y emocional en el cual vive.
"Los entendidos de jazz, dicen que hubo jazz hasta una determinada época, y que a partir de ahí ya nadie hacía estrictamente jazz. Con el tango pasa lo mismo. Si a esta música la llamamos tango es por inercia."
Obviamente, rock es el de Chuck Berry, a esta altura del partido "rock" es simplemente un apellido para su descendencia.
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