TOTEM
Festival BAROCK Buenos Aires
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TOTEM en BAROCK 1, foto Revista Pelo 1972. |
Durante los últimos meses de 1970, los templos subterráneos del Hot Club de Guayabo y Jackson fueron testigos de los ensayos de una banda en formación. Con excepción de Daniel “Lobito” Lagarde (un joven de dieciocho años, hermano menor de Antonio “Lobo” Lagarde), los involucrados son músicos con una vasta experiencia y trayectoria en nuestro medio. El simple listado de sus nombres hace imposible no ceder a la tentación de decir que se está en presencia de un “supergrupo”. Ruben Rada, Chichito Cabral (ambos ex integrantes de El Kinto), Eduardo Useta, Roberto Galletti, Enrique Rey y Daniel Lagarde seguramente no imaginan la trascendencia que tendrá para la música popular uruguaya el proyecto que tienen entre manos. En los intervalos de los ensayos, suben al bar a comer algo, “manguear” cigarrillos y hablar de música.
CHICHITO ¾ Cuando estuve en Alemania, me acuerdo que una vez andaba por el puerto de Hamburgo y, de repente, veo un luminoso gigantesco, de color verde, que decía TOTEM. Diría “totemham” o algo así, pero a mí me impresionó el totem. Enseguida se me representó: “TOdos TEnemos Música”. Era un night club carísimo que nosotros ni miras de poder entrar. Además había dos porteros grandísimos; nos acercábamos y los lomos nos decían: “¡beck!”, y nosotros: “no espiquin inglish, coso, mojo, no entender” [risas]. Pero no había caso, “¡beck!” y te tenías que ir. Cuando pasábamos por ahí, los locos ya nos junaban y entonces pasábamos caminando dándoles la espalda [risas]. Y me dije: “tá, si algún día llego a tener un grupo, le pongo Totem”. Estábamos todos en el boliche de arriba del Hot Club, y dicen los muchachos “¿qué nombre le ponemos?”, y en seguida les digo: TOTEM. “’Tá” dijeron, y a la gente que andaba en el boliche, que nos conocía, dijeron: “’tá bueno, ‘tá buenísimo”.
Tótem realiza sus primeras actuaciones públicas en enero y febrero de 1971 (Club Universitario de la ciudad de Salto, Paysandú Wanderers Football Club, Festival del Parque Harriague de Salto y Segundo Concierto de la Rosa en Montevideo). Es en Salto que Daniel Ripoll, director de la revista argentina Pelo Internacional, queda impactado con la propuesta del grupo:
RIPOLL ¾ Los uruguayos pueden tener muchos conjuntos que estén actuando en falsa oposición, y otros que ni siquiera distinguen lo complaciente de lo bueno, pero pueden estar orgullosos de tener en su país un grupo de la calidad y autenticidad de Tótem, cinco intérpretes y un cantante (Rada) irreprochables, que tocan con gusto, con ganas, con rabia, con amor. Y tienen amor realmente porque hacen algo que saben que les pertenece: candombe. Pero no se quedan en el folclore: aúnan el candombe con el jazz y el rock, y el resultado es una de las experiencias más excitantes que se puedan escuchar. Por supuesto, cantan en castellano y los temas los componen ellos mismos. En la Argentina, muy difícilmente haya un conjunto que haya asumido la música y el contexto social de su tierra como lo hizo este grupo uruguayo. Tótem es la muestra exacta de lo que se puede llegar a producir cuando se absorbe la información musical de otros países teniendo primordialmente en cuenta lo de su propia tierra.
USETA ¾ Nuestro propósito es trabajar en base al candombe, un ritmo muy rico, que pensamos que no ha sido explotado en todas sus posibilidades. ¿Candombe Beat? Yo no diría eso. Lo de Beat es algo que algunos se empeñan en agregarle. Nosotros en el Tótem preferimos hablar simplemente de candombe [...]
Sin embargo, y a pesar de estas afirmaciones, no cabe duda que Tótem no es un grupo exclusivamente candombero, como tampoco lo fue El Kinto. Los candombes no llegarán a superar el cuarenta por ciento de sus composiciones. Quizá esto se deba a que la banda se funda con una clara meta de viajar al exterior a mediano plazo. De todos modos, hay una marcada “negritud” en la estructura rítmica de todas sus interpretaciones y un despliegue bastante inusual de fuerza en sus toques. Ya a partir de las primeras presentaciones, el grupo entusiasma a la audiencia y a la prensa especializada, y el “globo” comienza a inflarse aceleradamente. Inmediatamente, Sondor les propone la edición de un simple con los temas ‘Días de esos’ y ‘Mañana’.
QUIQUE ABAL ¾ A mí me interesaba sobre todo producir cosas del movimiento de candombe beat. Quería hacer algo que fuera original uruguayo, pensaba que era lo que podía llegar a trascender más. Irónicamente, después de Rada, lo que tuvo más éxito fue Tótem, que en ese momento intentamos pero no pudimos manejarlo nosotros. Nos hubiera gustado mucho, pero no pudimos.
Ocurre que Tótem se inclina por el sello De la Planta, con el que firma contrato el 18 de marzo de 1971. El 1º de mayo viajan a Buenos Aires para realizar la grabación del primer larga duración. Bajo la batuta de Carlos Píriz, los estudios ION brindan mejores condiciones técnicas que las que se pueden obtener en nuestro país. De todos modos, la producción se hace contrarreloj e insume solamente nueve horas, un absurdo número comparado con los parámetros de finales de siglo.
USETA ¾ Cuando fuimos a grabar el disco, fuimos vía Colonia porque no había plata para ir de otra manera. Llegamos a las tres de la tarde directo al estudio, porque no teníamos otro lugar donde quedarnos. Nos refrescamos en los baños del estudio, comimos algo en un boliche de enfrente y recién a la una de la mañana empezamos a tocar. A las nueve y media de la mañana, exactamente, estaba el disco mezclado y pronto.
A pesar de que Tótem no realiza ningún toque desde sus primeras actuaciones en enero y febrero, la expectativa en torno a la banda se mantiene. El disco es presentado el 14 de julio en el teatro El Galpón, en un recital en el que comparten el escenario con Camerata de Tango (la otra gran adquisición de De la Planta). De esta manera, no corren el más mínimo riesgo: la sola presencia de Camerata asegura un lleno total, aunque, al mismo tiempo, representa un gran desafío. La fina y emotiva actuación de la orquesta de Manolo Guardia es aclamada de pie por el público que desborda las instalaciones del teatro. ¿Podrá Tótem mantener ese nivel de aceptación? Luego del breve intervalo el grupo “abre” de manera inusual: un solo de batería a cargo de Galletti decanta en una “pizza” instrumental a ritmo de candombe. Se trata de una suerte de “calentamiento” con el que Tótem comenzará todas sus presentaciones, y al mismo tiempo, una demostración de la categoría de Galletti, quien, antes de que el resto de los experimentados músicos comiencen a “entrar en calor”, ya se despacha con un impresionante solo de batería. Luego de la ovación del público, Horacio Buscaglia sube al escenario y recita un “mojo” que da pie al ‘Chévere’ de Lobito. Siguen los restantes temas incluidos en el LP, llegando a un final “de fiesta” con ‘Dedos’ y ‘Biafra’, redondeando así un excelente espectáculo difícil de olvidar.
JAIME ROOS ¾ Recuerdo haberme colado en el concierto de Tótem de presentación del disco en el teatro El Galpón, junto con el de Camerata. Estaba lleno y entramos por avalancha. Uno dijo “¡ahora!” y nos mandamos. Un concierto memorable para mí.
Dos días después, Tótem da un recital en el Teatro IFT de la ciudad de Buenos Aires, con la intención de promocionar el álbum que también se edita en Argentina. El LP, titulado simplemente Tótem, sale a la venta en nuestro país el 2 de agosto (siempre en el 71), tiene una muy buena calidad de sonido, incluye un buen trabajo de Arruabarrena en el arte de tapa, y fotos y textos a cargo de Carlos Martins y Daniel Ripoll en la contratapa.
RIPOLL ¾ [...] Tótem tiene coherencia secreta, que va más allá del perfecto entendimiento rítmico que existe en cada uno de sus integrantes. Pienso que es casi una actitud ideológica, subyacente y esencial que está presente en todos los temas, y que ellos canalizan auténticamente asumiendo un formidable antecedente telúrico de su tierra: el candombe. Admitir la posibilidad de que el candombe pueda ser inteligentemente recreado con el aporte del jazz, el blues y el rock es quizás el único camino para comprender la música de Tótem, uno de los pocos conjuntos de música moderna de América Latina que puede sentirse orgulloso de tener un sonido realmente propio. [...].
La “gran manija” dada por Ripoll produce rápidamente algunos dividendos: Tótem es invitado a participar en la puesta argentina de Hair, una de las obras de corte hippie más audaces de la época. Problemas presupuestales hacen naufragar luego la propuesta, y tan sólo Useta y Rada (que actúa luciendo como única vestimenta una camiseta de Peñarol), participan en Hair por unos veinte días hasta que los responsables consiguen sustituirlos. En nuestro país, el disco de Tótem comienza a escalar posiciones en todos los rankings. El 18 de setiembre llega al primer puesto del “top 10” de La Nueva Gente, manteniéndose durante cinco semanas en ese lugar; es desplazado recién el 30 de octubre por la ensalada porteña Música en Libertad.
JAIME ROOS ¾ Recuerdo haber sido el primer tipo que se compró el disco de Tótem en el Palacio de la Música. Hacía un mes que yo iba todos los días y nunca estaba el disco, hasta que llegó... pero sin las tapas. Yo les dije: “me lo compro igual, la tapa la vengo a buscar mañana”. [Risas].
LA NUEVA GENTE ¾ [...] Debemos confesar que ya estamos hartos de encumbrar producciones netamente deficitarias en nivel artístico y el hecho de que hoy el más vendedor sea por fin el mejor nos produce indisimulada alegría. No entraremos nuevamente en el análisis del disco en cuestión. No reiteraremos conceptos ya vertidos en nuestras páginas, simplemente diremos que para nosotros la consagración definitiva e incuestionable de Tótem es la cristalización de un viejo sueño: ver ganar al mejor y que además éste sea uruguayo.
HIT ¾ Pocos LP han sido lanzados en nuestro medio con tantos reclamos a la atención del público (concierto en el teatro El Galpón, superpoblada conferencia de prensa en el Victoria Plaza) como el de Tótem. Luego de escucharlo hay que convenir en que tamaña expectativa generada no se ve defraudada en momento alguno. Para empezar deben dejarse de lado las comparaciones, éste es un conjunto uruguayo incluso hasta en la utilización del candombe como ritmo básico. Entonces hay que olvidarse de Santana o de cualquier onda extranjera que pueda tener alguna semejanza con lo que hacen. [...] Los nombres también interesan porque son la prueba de otro elemento imprescindible en la comprensión del grupo, está formado por músicos que distan mucho de ser novatos. Estos no son los habituales dieciocho añeros que saben dos o tres tonos en la guitarra, unos pocos recursos en la batería y se unen para imitar alguna formación inglesa o norteamericana. [...].
A esta altura, se ha producido un hecho crucial para la promoción de la banda: Alfonso López Domínguez se convierte en el manager de Tótem. Ni bien se hace cargo de la representación, encara una estrategia llamativa: se niega a firmar cualquier tipo de contrato con organizadores de bailes o de espectáculos por espacio de un par de meses, y se dedica a trabajar con los medios de comunicación, difundiendo la música del grupo a partir del disco.
LÓPEZ DOMÍNGUEZ ¾ Venían con lanzallamas a golpear las paredes de mi casa para que firmara contratos, y yo me negaba. El diario La Mañana era importantísimo en lo que tiene que ver con la difusión de la música. ¿Sabe por qué? Porque lo compraban todos los estancieros. No había una cosa más importante para difundir música popular uruguaya de vanguardia que los estancieros. Los estancieros son los presidentes de las comisiones directivas de los clubes sociales del interior. Para mí era fundamental que nos hicieran una gran nota en el diario La Mañana y que la misma apareciera en la página de enfrente a la que estaban los avisos de las ferias ganaderas. Y lo conseguí. Hubo un par de músicos de Tótem que llegaron a una reunión caminando desde Pocitos. Y yo me vine a pie desde mi casa, y otro de los músicos me avisa: “Mirá que llevo un mes comiendo arroz”, y yo le decía: “Bueno, aguantá porque faltan dos meses más”. Nos mantuvimos con gran esfuerzo y con el apoyo de amigos y de nuestras familias sosteniendo una campaña de difusión de la música de Tótem por todos los medios sin firmar contratos. Cuando noté algunos datos que me daban la pauta de que era el momento apropiado, comenzamos a firmar algunos contratos, muy pensados, muy medidos, y la menor cantidad por el precio más importante que pudiéramos fijar. La idea era hacer pocas fechas con un precio muy alto. Al organizador le servía más. No le sirve traer un grupo que toque por todos lados y que traiga trescientas personas. Le sirve más hacer una inversión fuerte, pagarle fuerte a ese conjunto, pero llenar completamente la sala. Yo podía asegurar, en nombre de los músicos de Tótem, que llenaba cualquier sala.
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TOTEM en BAROCK 1, foto Revista Pelo 1972. |
Los resultados son impresionantes. Hacia finales del 71, Tótem llena sistemáticamente todos los salones de baile de la capital y del interior del país en los que se presenta, y pasa a ser, junto a Los Campos y Los Killers, el grupo de mayor taquilla del medio. Sus actuaciones están cargadas de fuerza, y el público las disfruta en un verdadero clima de fiesta. Se crea el club de admiradores de El Tótem, cuya secretaria es Elizabeth Arrigoni, y en un taller de Errandonea en la Escuela Nacional de Bellas Artes, se construyen ceniceros (pequeñas obras de arte) con motivos afro y con el nombre del grupo.
CHICHITO ¾ La verdad es que los seis músicos andábamos clarísimos. Todos, los seis. Y todos metimos laburo, todos, los siete. Hacíamos dos reuniones por semana, después de los ensayos. Y ahí planificábamos todo, quién se iba a encargar de cada cosa. El tipo que nos contrataba sabía que llenaba. El día que nos contrataba decía: “Ya estoy”, claro, ya empezaba a festejar. Era un hecho. Y la plata que llegué a ganar con Tótem, nunca más en mi vida. Pero después que el flaco nos hacía la seña, entrábamos, subíamos al escenario y “vamo’ arriba”. Había que matar. La verdad es que metíamos y metíamos. La actuación era de treinta y cinco minutos y hacíamos cuarenta y cinco. Les metíamos un tuco que no podía ser, era una guerra aquello. Y cuando terminábamos, toda la gente transpirada, corría a la cantina. Los tipos vendían todo. Y empezamos a ir pa’l Litoral, pero ahora nos esperaban como reyes. Otra cosa importante es que todos dejábamos hablar a todos. Todas las ideas se trataban; ninguna se descartaba. Con la ropa, todos de acuerdo. A lo último, fue: “¿Somos todos hippies?, tá, somos todos hippies”. El Lobito decía “Yo soy chico, no entiendo nada de eso, yo estoy para el cuellito alto así . . . ‘Tá, no pasa nada.” Y nosotros, muy guerreros ¿no? Nos poníamos cualquier cosa. Pusimos mucho de nosotros, pero también se dio que tuvimos la suerte de que salimos a hacer algo que la gente necesitaba en ese momento. Y con buenos músicos. Y con mucha experiencia. Salvo el Lobito, el que tenía menos; tenía diez años de boites. No nos iba a asustar ningún pesado ni nos iba a impresionar una belleza. Si estábamos hasta acá de eso. Nosotros no veíamos nada, yo no veía nada. Era música y laburo.
La estética visual queda claramente establecida: vinchas, collares, amuletos, ropajes de corte hippiedélico y/o afro. Ruben Rada, luciendo el mayor african look que se le ha visto hasta el momento, recupera el protagonismo de la escena montevideana, y su presencia es considerada por muchos como la principal razón de la popularidad de la banda.
LAS APARIENCIAS NO DEBEN ENGAÑAR.
Spinetta hace declaraciones después de mucho tiempo. Vale la pena encontrarse con las palabras y las ideas de uno de los mejores compositores argentinos.
A casi un año de la separación de Almendra, Pelo publica un reportaje realizado varias semanas atrás a uno de los principales protagonistas de las entretelones ocurridos en ese momento, Luis Alberto Spinetta. Desde entonces, el ex cantor y compositor del grupo ha tenido, a pesar de su inactividad en los escenarios, una de sus épocas más vívidas: las secuelas de la separación, un viaje por Europa, algunos intentos musicales a su regreso y una aparentemente definitiva canalización junto a su viejo compañero, Edelmiro Molinari.
Aún antes de la separación de su grupo, Spinetta ya había suspendido o al menos limitado los reportajes y notas por motivos que aclara en esta entrevista. En alguna medida su posición de entonces fue bastante lúcida: manoseada la separación de Almendra por ególatras y defenestradores lo único que conseguía con sus declaraciones muchas veces más sensoriales que objetivas era contribuir al caos de informacioncitas y rumores en que navegaba toda la música de rock en ese momento.
Su posición ha cambiado, quizás no demasiado con respecto a la prensa pero si consigo mismo: más fresco, experimentado y coherente, con el único peso de su propia responsabilidad sin deberle nada a nadie artístiticamente. Es como si empezara de nuevo. Tal vez por eso mismo, conversó durante más de una hora con Christian Sánchez, un colaborador de Pelo que le dio la posibilidad de decir desligándolo de la posición de reporteado. Lo que sigue es el resultado de esa entrevista:
Nueve y media de la noche: En el bar "La Palmera" está la gente de siempre: los chicos de "HAIR", un grupo de hippies y muchas mesas con talento. Entre ellas las de Luis Alberto Spinetta. Me acerqué y le pedí que me contara cosas. Salimos del bar, caminamos un poco y por fin entramos en el zaguán de un viejo hotel sobre la calle Bartolomé Mitre. Hablamos de su viaje a Europa, de su ex grupo Almendra que significó el nacimiento del rock nacional y sobre todo de música. Esto fue lo que me dijo:
Spinetta: Yo personalmente nunca abandoné lo acústico sigo componiendo con la guitarra y la mejor guitarra para componer es la acústica, pero también compongo con la eléctrica, temas especiales, eléctricos. Cada músico tiene una coherencia interna. Yo creo que la música es el sonido de tus palabras y de tus manos y de todo tu cuerpo, pero hacer música expresamente requiere la intervención de tus sentimientos. Teóricamente te puede gustar desde el llanto de un bebé hasta Ramona Galarza. Todo es música. Depende que lo que estés escuchando te guste o no.
Pelo: Todo es auténtico si realmente lo sentís . . .
Spinetta: Sí, pero yo pienso que siempre fue "lo que sientas o no"... en Francia leí la vida de Chopin, y me volvió totalmente loco, me identifiqué con él, no a nivel de música, sino a nivel loco. ¿Te das cuenta?, ¿Sabias que una vez fue a Londres y dijo que las cosas que tocaban los ingleses eran execrables?. No porque no le gustara escuchar más que su música sino porque existía ese sentimiento, esa especie de fuerza que se crea entre lo que es emitido y lo que se recibe.
Pelo: ¿Como una forma de vida?
Spinetta: Claro, una forma de vida, no interesa que sean muchas formas y que den una sola, lo que interesa es que el golpe o el grito sea uno. Por eso pareciera haber una especie de entubamiento de lo que uno consume musicalmente.
Pelo: ¿Qué pasó con el grupo Almendra?
Spinetta: Almendra no olvidó nunca la parte acústica. En el segundo Lp mucho más fuerte, más rock, también hay mucha acústica. Esta música no fue captada para nada. No se puede pasar de un período eléctrico a uno rotundo ni viceversa. Pero el cambio gradual se torna muy difícil porque durante la etapa de transición la gente opina que la verdadera música de tal tipo fue la de un período equis y esto es nefasto.
Pelo: En cuanto al segundo Lp, influyó mucho que fuera el último, esto hizo pensar a muchos que lo hacían a nivel plata únicamente. Algo muy similar al caso de Manal y su decadencia desde los recitales del Payró hasta el último de hace unos meses: eran dos grupos distintos.
Spinetta: Yo no comparto tu idea. Manal fue siempre Manal. Cuando la gente habló de un Manal desajustado, tampoco estuve de acuerdo. Jamás escuché mala música de parte de Manal. Es un súperconjunto y de ahí nunca puede salir mala música.
Pelo: Entonces vos asimilas a Manal con Blind Faith, el mayor supergrupo de la historia del rock y que para todos fue un terrible fracaso?
Spinetta: Ahí está, yo nunca tomé a Blind Faith como un fracaso. El único disco que yo conozco es uno de los Lp más importantes de todo el rock. Ese grupo me dio eso en ese momento, así como era, no importaba si eran Winwood, Baker y Clapton, u otros. Esa música es esencialmente maravillosa, además se adelantó a la música de dos años después, fue una llave para los sonidos posteriores.
Pelo: ¿La crítica es mala cuando la gente espera una cosa y le das otra?
Spinetta: A mí eso me hace acordar a la vida de Jesucristo cuando todo el mundo esperaba que fuera una especie de luz por la calle, resultó que era un tipo. Los músicos también son tipos, ¿te das cuenta? Por eso lo que no nos enloquece es mucho más fácil de juzgar objetivamente, por que si algo te fascina buscás la perfección obsesivamente y en esa locura podés morir. A mi el grupo que más me llega es Zeppelin. Me conmociona mucho, cada día más. Dicen que el segundo Lp de ellos es obsesivamente comercial, se equivocan, yo no sé qué esperan. Todos los conjuntos están integrados por mutantes, pero Led Zeppelin es uno de los más rayados y mutantes, se arriesga a cambiar su música y sigue siendo por sobre todas las cosas Led Zeppelin. La evolución es algo que crece, lo que crece tiene una raíz y lo que tiene una raíz también tiene una base que no se puede cambiar con el tiempo. No se puede empezar un edificio por el primer piso . . .
Pelo: Totalmente de acuerdo. Además Zeppelin hizo la base de la música de esta década. Ahora hay una nueva música.
Spinetta: Es evidente que hay una nueva música.
Pelo: ¿Cuál fue el itinerario de tu viaje?
Spinetta: Salí el 18 de marzo para Brasil, después pasé por New York y el viaje terminó en Francia. Traté de ir a Londres pero me rechazaron en la frontera, finalmente fui a Ho¬lánda. Fue una experiencia muy importante, tenía ganas de irme; no conocía Europa. Mirá, en todas partes suceden las mismas cosas, lo que pasa es que la gente responde de diferentes maneras. En cuanto a la música creo que en la Argentina se está tocando una música muy pura. Se da un rock con mucha raíz a pesar de que hay una gran disgregación.
Pelo: Sin embargo, la gente cree que hace un año estábamos mucho mejor . . .
Spinetta: Creo que están en un error: todo lo que crece se desgasta, la vida misma es una unción constante de integración y desintegración, como una marea. Este es el momento en que los grupos tienen que empezar a sonar. Creo que estamos mejor que en Francia, porque allá todavía se canta el rock en inglés, nosotros superamos eso hace mucho tiempo. El fenómeno de disgregación es fundamentalmente un fenómeno de experiencia individual de los integrantes de los grupos. Pienso que los músicos se han separado de los conjuntos porque están revolucionados internamente y esperan encontrar su huella. En este país hubo mucha honestidad por parte de los músicos pero mucha deshonestidad en la gente encargada de difundirlos. Ellos han cantado y tocado sus temas muy libremente pero las mentalidades que recopilaron eso y lo tradujeron en la difusión masiva se equivocaron fundamentalmente, no nos interpretaron. Yo personalmente aprendí que cada palabra que uno dice es un riesgo y que es preferible no decir nada y que todo se interprete según las apariencias.
Pelo: ¿Eso quiere decir que si les gusta bien y si no. . . también?
Spinetta: Sí, porque para comprender las apariencias se necesita una gran inteligencia . . . Mirá, éste es el momento de hacer algo como los músicos quieren. Yo no voy a vender más a mi grupo, me voy a conectar con gente que no necesite vender mi grupo para hacer un espectáculo, entonces el recital va a ser gratis. Hay que hacer las conexiones, los elementos ya están. Va a resultar un gran trabajo, pero lo vamos a hacer. La verdadera forma de descubrir la música va a ser a través de la negación de los sistemas de la antimúsica. Nosotros estamos de acuerdo en que el rock es amor y paz. Entonces no podemos estar de acuerdo en que ese amor pase por el embudo del comercio puro para el enriquecimiento de algunas empresas. No nos engañemos: para alguien puede existir una carrera hacia el prestigio pero también otra hacia la música, no una carrera sino un paso, un paso tranquilo. Yo ahora quiero encontrarme con músicos y promover cosas para la música en si misma.
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Totem en accion BAROCK, foto : Revista Pelo, 1971. |